El Prendimiento

Llegan los judíos al huerto de Getsemaní para prender a Jesús que será entregado por Judas. Las imágenes nos representan a Jesús, en pie, junto al discípulo traidor en actitud de besarle la mejilla, según estaba convenido con los soldados.

La figura de Jesús rodea con el brazo izquierdo la cintura de Judas, mientras éste apoya la mano derecha sobre el hombro de Jesús en el momento que le da un beso. Otras figuran componen el grupo escultórico; San Pedro, sujetándose la túnica con la mano izquierda, en actitud vehemente empuña una espada con la mano derecha, mientras pisa con su pie derecho el cuerpo de Malco, que aparece tumbado en el suelo al tiempo que intenta levantarse intentando salvar la espada de San Pedro. En el fondo del paso aparece la figura de un soldado, que permanece en situación expectante, empuñando una lanza en su mano izquierda.

Este grupo escultórico, copia del que el maestro Salzillo realiza para la Semana Santa murciana, fue realizado en el año 1919 por el escultor D. Manuel Sánchez Araciel, previo encargo de D. Eugenio Alonso Cuesta para la Semana Santa de Madrid, pasando a estar al culto en la madrileña parroquia de San Millán. En el año 1933, al igual que el paso de la Cena y La Caída, fue donado al Cabildo de la catedral abulense, que a su vez le cede al Ilustre Patronato de la Santa Veracruz para la procesión de “los Pasos” de la noche del jueves Santo, tal y como lo viene haciendo en la actualidad. Desde hace unos años también desfila en la procesión general de viernes Santo. Este paso no se encuentra al culto.

La Santa Faz

En esta escena dolorosa, solo una mujer se atreve a acercarse a Él, es la Verónica, la que con un lienzo en sus manos intenta enjugar el sudor y la sangre de su rostro, que queda impreso en el paño.

Este grupo escultórico formado por dos imágenes, Jesús con la cruz a cuestas y la Verónica, que sostiene entre sus manos el paño que ha empleado para enjugar el rostro de Cristo.

La imagen de Jesús con la cruz a cuestas figuraba en los inventarios del Patronato a principios del siglo XVIII y la Verónica se incorpora a la procesión en el año 1763. Las dos imágenes eran tallas de vestir y se desconocía su autor. Por su mal estado fueron encargadas unas nuevas al escultor D. Manuel López-Guillen Soriano, que las realiza en 1913.

Ambas imágenes desfilaron por separado desde su llegada al Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz,  hasta que en el año 1959 se unen en un mismo paso. Participan desde su incorporación al Patronato en la procesión de los Pasos de la noche del jueves Santo. Durante varios años también participó en la procesión general del viernes Santo. La imagen de Cristo no se encuentra al culto y la de la Verónica está expuesta en la ermita del Humilladero, propiedad del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz

La Oración en el Huerto

Terminada la Cena, Jesús se dirige con sus discípulos al huerto de Getsemaní. Esta imagen representa a la figura de Cristo, cuya humanidad se siente totalmente abatida por el peso del sufrimiento, hasta el punto de hacerle sudar sangre. Jesús se nos muestra en una actitud de ferviente oración al Padre.

La primitiva imagen de Jesús fue realizada en 1612 por el escultor Juan Leal, del que se conocen pocos detalles, salvo que en el libro del Patronato queda registrado como autor de la imagen en el año citado. Esta imagen fue sustituida en el año 1913, debido al mal estado en su encontraba, por otra del escultor murciano Manuel López-Guillen Soriano. En el año 1952, le es encargada, por el Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz, al escultor afincado en Ávila, D. Antonio Arenas Martínez, Director de la Escuela de Artes y Oficios de Ávila, la figura de un Ángel, que es incorporado al paso, formando grupo escultórico. A la imagen del Ángel la definen  como “tan hermosa obra maravilla tanto la concepción del momento como el estudio de líneas y perfiles, y aplicación del colorido”.

Hasta la incorporación del Ángel, la figura de Jesús siempre salió en solitario, siendo uno de los primeros pasos en incorporarse a la procesión de “los Pasos”, en un principio escoltado por los cofrades de la Santa Vera Cruz y posteriormente por los hermanos de la Cofradía de Hortelanos de la Oración en el Huerto del convento de San Francisco,  hasta el año 1729, pasando nuevamente a ser escoltada por los hermanos del Patronato de la Santa Vera Cruz, tal como se sigue haciendo actualmente. Durante varios años también desfiló en la procesión general de viernes Santo. Actualmente la imagen de Jesús se encuentra en la capilla de Anaya, en el claustro de la catedral de Ávila

La Caída

Avanzamos ya por la Vía Dolorosa, Cristo aparece caído en el suelo bajo el peso de la cruz, abatido por el cansancio y las vejaciones sufridas durante la noche anterior.

Este conjunto escultórico fue realizado en el año 1910 por el escultor murciano D. Manuel Sánchez Araciel, por encargo de D. Eugenio Alonso Cuesta para engrandecer la Semana Santa madrileña. Estuvo al culto en la catedral de San Isidro. En el año 1933, D. Eugenio, lo dona al cabildo de la Catedral de Ávila, que a su vez lo cede, para que participe en la “procesión de los Pasos” de la noche de jueves Santo, al Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz.

El grupo escultórico está formado por cinco figuras. Casi caído sobre su costado izquierdo, apoyándose sobre el brazo del mismo lado y con la mano derecha levantada en claro signo de solicitud de ayuda, está la figura de Cristo, como eje central de este paso. Sujetando la cruz, ayudándole a que esta no caiga aún más sobre Él, está la figura del Cirineo. Al lado de Jesús un sayón con el torso desnudo le agarra del cabello, con su mano izquierda, mientras que con la derecha, empuñando una maza, la alza para descargarla contra el cuerpo del Señor. Otro esbirro tiene atada una soga alrededor del cuello de Jesús, tirando con crueldad de ella para intentar ponerle en pie. Al fondo, contempla la escena un soldado romano, con ropaje que no pertenece a la época. Este grupo es copia del que realizó Francisco Salzillo para la Semana Santa de Murcia.

El paso de “La Caída”, desde su llegada a nuestra ciudad no ha dejado de participar en las procesiones de Semana Santa hasta nuestros días, saliendo en los desfiles del jueves y viernes Santo. No se encuentra al culto.

La Santa Cena

Este conjunto escultórico representa el momento trascendente en el que Cristo se reúne con sus discípulos en el Cenáculo para celebrar la última Pascua. Esta representación se basa en una mesa alargada, adornada con velas y los alimentos que van a tomar y en la cual, en el centro, se encuentra la figura de Jesús sentado en una silla con respaldo, en la que sobresale una terminación en Cruz. A la izquierda de Jesús se encuentra el apóstol San Juan, que dormita recostado sobre el Mesías, a continuación se encuentran los apóstoles San Andrés, San Judas Tadeo, San Felipe, San Simón y Judas. A la derecha de Cristo, se encuentran San Pedro, Santiago el Mayor, San Bartolomé, San Mateo, Santo Tomás y Santiago el Menor. Todos ellos están sentados en unos taburetes sin respaldo y visten túnicas sujetas con ceñidores y manto sobre la túnica, llevan la cabeza descubierta y excepto San Juan todos llevan barba. La imagen de Jesús va coronada con potencias.

Este grupo escultórico, copia del que realizó Salzillo para la Semana Santa de Murcia, fue realizado por el escultor D. Manuel Sánchez Araciel en el año 1904, previo encargo de D. Eugenio Alonso Cuesta, para engrandecer la Semana Santa de Madrid, quedando expuesto al culto en la catedral de San Isidro. En el año 1933, este paso fue donado al cabildo de la catedral de Ávila que a su vez lo cede al Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz, para que sea incorporado a la procesión del jueves Santo, organizada por dicho Patronato.

Este paso, desde su llegada a Ávila, siempre ha sido uno de los tronos que ha formado parte de la denominada procesión de “los Pasos”, tal y como lo viene haciendo en nuestros días. Durante muchos años también desfiló en la procesión general de viernes Santo. Este paso no se encuentra al culto. Fue restaurado en restaurada por don Manuel Colomé, ha recobrado la tonalidad característica de sus figuras, que forman un conjunto del más alto valor estético. En los últimos años se está restaurando de nuevo, devolviendo a las imágenes sus colores originales

Santísimo Cristo de los Ajusticiados

Otra imagen que representa a Cristo muerto en la cruz. Es la más antigua de cuantas imágenes de Cristo crucificado tiene la Semana Santa abulense. Su origines se remonta al siglo XVI, coincidiendo con los orígenes de la fundación del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz. El Santísimo Cristo de los Ajusticiados ha estado siempre presente en el corazón de los abulenses.

Esta imagen, posiblemente, se encontraba en una capilla del convento de San Francisco en el momento de fundación del Patronato, siendo trasladada posteriormente a la Ermita del Humilladero y participase en la primera procesión del Patronato en el año 1540. 

Imagen de rostro sereno, que en tiempos fue conocido como “El Cristo de la Buena Muerte” llena de paz a cuantos le contemplan. Debe su actual nombre en atención a que esta imagen siempre acompañaba al Patronato cuando este asistía a uno de sus fines primordiales: el de asistir a los condenados a muerte en los últimos momentos de su vida.

Desde el siglo XV participa en la procesión de los “Pasos” de jueves Santo, acompañada de Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz y en el Vía Crucis de la madrugada del viernes Santo donde va acompañada por el pueblo de Ávila. Se encuentra al culto presidiendo la ermita del Humilladero.

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